La renuncia consumada de Marcela Losardo como ministra de Justicia y la designación de su remplazo, Martín Soria, pertenecen a un plan de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner para cooptar los primordiales cargos ejecutivos y fiscales que cubren al Poder Judicial.
En contrapartida, el presidente Alberto Fernández pierde poco a poco más espacios de poder en el Gobierno, lo que empezó a afectarlo anímicamente, apuntó el periodista Eduardo Feinmann en el software +Voces, del canal LN+: “En el ambiente ven al Presidente desorientado y también iluso, y no tienen la posibilidad de pensar que la haya entregado de esa forma. Fernández y Losardo eran hermanos de la vida; es mucho más, Alberto le ha contado a sus íntimos que mientras que hacía política, le daba el dinero para subsistir”.
“Precisamente el Presidente padece el síndrome de Estocolmo: está enamorado de su secuestradora y hace todo cuanto le afirma”, aseguró.
No obstante, el progreso de la vicepresidenta y el kirchnerismo duro no se frenará ahí, aclaró Feinmann: “Primero van por (el procurador de hoy Ricardo) Casal, y después por (el candidato Daniel) Rafecas“.
Más allá de que la situacion de Casal no llama la atención, en tanto que varios líderes del Frente de Todos requieren su movimiento desde hace cierto tiempo, lo de Rafecas llama la atención: “Lo que me contaron en Casa Rosada es que Rafecas no pasará el filtro del Senado, con lo que el kirchnerismo va a intentar cambiar la Ley de Trámite a fin de que el nuevo procurador sea escogido por mayoría fácil y se imponga nuestro candidato de Cristina“.
¿En quiénes piensa Cristina para la Procuración?: “Los aspirantes probables son Oscar Parrilli y Graciana Peñafort“.
Por otro lado, el periodista Pablo Rossi brindó un aporte que llega del Centro Patria sobre la lectura política en relación a los cambios en el ministerio: “Los cronistas prosiguen sin comprender de qué manera piensa Cristina. El ministro es Juan Mena, siempre y en todo momento lo fue y proseguirá siendo, pero Losardo se negaba a proseguir sus órdenes. En este momento acordaron que Martín Soria solo va a ser la cara aparente y acatará lo que le indique Mena”.