Sergio Lapege es un tolerante asmtico, por lo que forma parte al popular conjunto de peligro del que se charla ya hace prácticamente ahora un ao en el planeta. Por esta razn, solamente se conoci que era covid-19 positivo los mdicos eligieron internarlo para proteger su salud. Ya hace 4 das está hospitalizado en el Sanatorio Juncal y desde all, en las ltimas horas, comparti una publicacin con su medio milln de seguidores en Instagram. Con una instantnea de su cama cont cmo est atravesando estos difciles das y titul la publicacin como la soledad.
Estar apartado. No estimar ver a nadie. Estar sin luz por necesidad. No podes aprender la tele, sencillamente por el hecho de que no quers oír nada. Silencio. Solo siento los pasos de los tremendos servidores pblicos que van por todos lados por el pasillo del covid-19. Mdicos, enfermeros, personal de limpieza, de servicio a la habitacin. Que se exponen cada minuto a fin de que los pacientes logren cursar esta patología tan ignota como extraña, de la mejor forma sin consecuencias. Los hroes, como los llamamos al comienzo, se acuerdan?, comenz su relato.
Siempre que deben ingresar a cada cuarto se visten con ropa novedosa que se quitan en el momento en que se marchan. Y la desechan en un cesto para no llevar el virus. Y de repente administran el oxgeno en sangre y sobresatura bajo, ah te ponen oxgeno para respirar mejor. Y viene la experimentada enfermera y te inyecta antibiticos o bien corticoides, o bien un anticoagulante, para eludir una viable trombosis. Y un mazazo cae sobre tu cabeza, que te cae sobre la cama. No quers levantarte. Solo que pase el tiempo y que el virus se vaya cmo llego, continu.
Estoy en el cuarto da de internacin. La fiebre alta se acost en mi cama y an continúa. Debo admitir que paso por numerosos estados. Van y vienen. Mal de huesos, de espalda, fiebre, tos, descompostura, desgano, dormitar a algún hora, y en ocasiones te agitas, te falta el aire. Algo que conozco bien por mi asma. Afortunadamente la neumona est dominada, el virus no se amplía, quizás debido al plasma de convaleciente, est exactamente en el mismo sitio, ah en el pulmn derecho, cerca del corazn, cont.
Con el corazn les hablo siempre y en todo momento. Muchas gracias por todos y cada uno de los mensajes de aliento y acompañamiento. Enserio me conmueven. Y son incontables. Si bien s que hay gente mal intencionada. Que se alegra de los inconvenientes del otro. Que opina sin entender. Ojal logren dejar de odiar o bien envidiar por el hecho de que eso es malo para el corazn de todos . El virus no lo traje del viaje. Tristemente me contagie ac. Se los digo de corazn. Un amigo, concluy.