Entre los superiores inconvenientes en el planeta de hoy es la carencia de comunicación. Nos encontramos conectados, vinculados, en contacto, si bien no comunicados, en todo el sentido de la expresión. Lo observo todos los días en las compañías de diferentes países con las que trabajo como su entrenador ejecutivo.
Hacer llegar es considerablemente más que reportar y poner alerta al otro de las cosas y los pensamientos. Es confirmarnos de que la otra sección comprendió y recibió el mensaje precisamente y sin distorsiones. Y es estar libres a recibir sus impresiones: el retroalimentación.
Hacer llegar y tambiéns, asimismo, establecer vínculos que procuren ser durables y que, en el tiempo, añadan valor a las diferentes partes implicadas.
Por ende, la comunicación no es únicamente racional, sino tiene un prominente ingrediente afectivo. Y allí, recién, se transforma en lo que conocemos como comunicación eficaz.
En el ambiente del trabajo de hoy, gobernado por la tecnología y la virtualidad, es fundamental entrenar este modo de tener relaciones con el resto, para producir un encontronazo considerablemente mayor en todos y cada uno de los campos.
Por poner un ejemplo, el líder de hoy precisa ser un increíble comunicador multinivel, puesto que se dirige hacia todos y cada uno de los escenarios de una organización. No es suficiente con cerciorarse de que sus ideas bajen en cascada como dicen frecuentemente en las compañías, sino permeen en el corazón de los ayudantes.
Por otra parte, comunicación no tiene relación únicamente al acto de decir, mostrar, charlar y comunicar. Se alimenta de la concordancia de todos y cada uno de los sistemas representacionales por medio de los que la gente se conectan con el planeta y crean su situación: hay personas más visuales, otras auditivas y kinestésicas. En la comunicación cariñosa esto se conoce y se ejerce como ingrediente fundamental: acompasar, acompañar a el resto en ese desarrollo de trueque.
La comunicación cariñosa es el acto de tener relaciones con el resto personas o bien públicos -como se nombran técnicamente- asegurándose de que el mensaje llega claro, que es percibido racionalmente y asimismo emotivamente.
Para conseguirlo hacen falta siete puntos, alén del canal que decidas emplear -por servirnos de un ejemplo, una llamada telefónica, una asamblea personal, redactar un mail-. En la expresión del lenguaje afectivo se mezclan los movimientos, el tono, la mirada, la proximidad, la calidez, la seguridad sicológica que generas y la empatía por el resto.
Llamamos lenguaje afectivo a los signos invisibles que la otra persona decodifica de forma automática en el momento en que entra en contacto contigo. ¿Se siente bienvenida o bien rechazada? ¿Creas un marco de contención o bien de expulsión?
Los movimientos determinan la corporalidad con la que te vinculas con el resto. Y hay micro movimientos que son casi inapreciables, y que, al unísono, se advierten muy precisamente ya que revelan pretenciones y conmuevas.
El tono articula la manera verbal de contactarse. Por servirnos de un ejemplo, charlar en forma imperativa y subiendo el volumen se lo acepta como un grito o bien una reprimenda. En cambio, es viable sostener exactamente la misma solidez al expresarse sin precisar enojar a el resto. El jefe autoritario o bien un mal líder abusan de esta mala práctica.
De la mirada siempre y en todo momento se dijo que es el espéculo del alma, y de verdad, charla por si acaso sola; tiene elocuencia. Una observación calmada, sosiega y profunda es recomendable para la comunicación cariñosa. Hablamos de ver en lugar de, sencillamente ver.
Otra de las dimensiones de la comunicación cariñosa es la sensación de proximidad, con independencia del medio que se utilice. En un ambiente virtual se hace más preciso que jamás estar presentes, completamente alerta y en compromiso con la otra persona. Y esto se siente, de la misma la calidez, que es el marco de un abrazo lleno de humanidad con el que vas a recibir a la otra persona instantaneamente de comunicación. Con independencia de las tareas, ser cálidos y agradables deja conectar mejor con el resto, de hecho en instantes en que se necesita solidez.
En relación a la seguridad sicológica se precisa conseguir un ambiente seguro a fin de que el resto logren manifestarse. Lo mejor es hacer un espacio sin juicios ni malas pretenciones y también interpretaciones erradas. De esta manera la gente van a sentir más grande seguridad y distribución.
En relación a la empatía, al estar comunicado afectivamente tienes la capacidad de ubicarte en el sitio del otro, entender de qué forma se siente y de qué forma podrías prosperar este vínculo de ida y vuelta.
Daniel Colombo
Facilitador y Máster Entrenador Ejecutivo experto en alta gerencia, expertos y equipos; guía y comunicador profesional; conferencista en todo el mundo; creador de 30 libros. LinkedIn Top Voice América Latina. Co-principal creador de NecesitoCoaching.com Entrenador certificado y integrante de John Maxwell Team.
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